miércoles, 26 de mayo de 2010


"¡Felíz el seno que te llevó y los pechos que te amamantaron!
Jesús les respondió: "Felices más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la practican"

"Esta frase constituía una alabanza para María como Madre de Jesús según la carne. Al evocarla, recordamos el evangelio de a Infancia de Jesús, en el que María Está presente como la madre que concibe al hijo de Dios, lo da a luz y lo amamanta: la madre-nodriza a la que alaba una mujer de la multitud...Gracias a esa maternidad, Jesús es un verdadero hijo del hombre" Fuente: Novena a Nuestra Señora de la Dulce Espera. Buenos Aires: Claretiana, 2008


Capilla San Isidro Labrador, Malagasang, Imus (Filipinas)

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