domingo, 11 de julio de 2010

Preparándote para amamantar

Una de las primeras representaciones de María amamantando(si no el más antiguo dibujo) , se trata de la Virgen como pintadas en las catacumbas de Priscilla, ca. 250 después de Cristo.

Tal vez tu madre amamantó, tal vez no... Y aunque hoy en día el porcentaje de nuevas madres que intentan dar el pecho es alto, las influencias que las empresas fabricantes de leche maternizada y la literatura médica tuvieron en la generación de nuestras madres, aún llega a nuestros días. En ese entonces se llegó a pensar que el biberón era más moderno y sano que la leche materna.(de hecho, también fumar lo era).

Al igual que tejer crochet, amamantar se volvió un “arte perdido” (igualmente, sin el crochet, podemos sobrevivir, no?). Como resultado de esto, las mujeres se “olvidaron” de cómo amamantar. Y además se tornó un poco confusa “la utilidad” de nuestros pechos. Pasaron a ser meros adornos del cuerpo femenino. Pero como todo, depende de la percepción que uno tenga de las funciones de su cuerpo y de cómo estas pueden integrarse.

Hace unos quince años los científicos se pusieron a investigar seriamente los beneficios de la lactancia materna. Sus resultados sorprendieron, además de a ellos, al mundo entero. A medida que se avanza en la obtención de información, y a medida que las mujeres son educadas sobre las maravillas de esta sustancia que proviene de sus cuerpos, amamantar se ha vuelto nuevamente algo “moderno”. En definitiva: TODA mujer puede amamantar satisfactoriamente a su hijo. A algunas les resultará más fácil que a otras, pero con un apoyo adecuado, la experiencia será positiva tanto para la mamá, como para el bebé (y también para el papá!).


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